El dilema romántico de cuentos de hadas
donde el protagonista se enamora del príncipe o la princesa, y al final
consigue el amor prometido es en la realidad una penosa utopía.
A veces los hombres y mujeres elegimos
amores que son imposibles, ya sea porque no son reales, o porque el
objeto de nuestro amor está lejos de complacer nuestros deseos.
En el proceso de brindar amor y no ser
correspondido como se desea se genera una actitud destructiva, que
lastima a la persona que ama, y que eligió mal.
Se puede pensar que estas situaciones
son propias de los jóvenes o de los adolescentes, pero en realidad, el
ser humano no tiene edad para ilusionarse. Enamorarse de alguien es
distinto a la acción de amar porque el enamoramiento puede ser pasajero,
mientras que el amor real dura. El que se enamora lo hace de la imagen
que proyecta la persona, de las cosas buenas que lo representan, pero el
amar es ya aceptar a esa persona con sus defectos y aún así quererlo.
Revisemos algunos aspectos asociados a este tipo de enamoramiento.
Enamorarse de un homosexual siendo heterosexual (o viceversa):
Existen oportunidades donde tenemos un
amigo o amiga que es cercana a nosotros. Es una persona muy especial con
la cual compartimos espacios interesantes, y nos enamoramos de ese ser
humano conciente que él o ella no nos puede corresponder porque su
orientación sexual es contraría a la nuestra.
Sin embargo emocionalmente insistimos en
querer a esa persona. Algunas personas lo han expresado generando
conflicto en el otro quien se siente culpable por no poder responder
como la otra persona quisiera o genera un total rechazo y
distanciamiento.
Este tipo de enamoramiento es más común
de lo que se cree. Si la persona es heterosexual y se enamora de un
homosexual seguramente se siente identificada con la persona gay, pues
la siente cercana a sus gustos y su forma de ser, dando un ejemplo, la
mujer que se enamora de un hombre homosexual, siente que ha encontrado
un hombre que la comprende en su forma femenina, lo cual hace que se
sienta bien, por tanto se genera una fantasía de amor que no puede ser
correspondida pues él la ve con ojos de amiga y no de amante.
Sí una persona homosexual se enamora de
un heterosexual existe el riesgo latente al rechazo y al señalamiento
con violencia del otro, así que usualmente se mantiene en secreto el
amor. Ese secreto genera mucho sufrimiento, dado que se sabe que de
expresarlo se generaría un rechazo automático.
En ambos casos se sufre, porque existe una batalla entre la fantasía romántica y la realidad.
Enamorarse de un hombre o mujer casado o comprometido:
Algunas personas
encuentran cierta afinidad frente a estos imposibles. Se enamoran de
personas que no las pueden hacer felices dado que no les brindan lo que
necesitan emocionalmente.
En muchos casos observan que esta
persona tiene una relación fuerte con la pareja, en otras notan que
existen algunos problemas que podrían separarlos.
La actitud que se toma puede ser pasiva,
en el sentido de sufrir porque esta persona es ajena y nunca
comentarlo, o activa, y buscar que la persona comprometida tenga una
relación a pesar de las consecuencias.
En el primer caso existe soledad y
fantasía, en el segundo egoísmo y deseo de satisfacción que puede llevar
a consecuencias desastrosas.
Estos hombres y mujeres casados o
comprometidos son imposibles en sí porque la persona nunca logrará su
amor, y a pesar de que algunas personas logren tener romances la
relación nunca será considerada como seria. Desafortunadamente cuando
alguien trata de forzar el cariño termina lastimada, y lastima a otros
en su actuar.
En ambos casos hay sufrimiento, y la pregunta: ¿y por qué no soy yo?
La realidad es que las personas se enamoran de una ilusión de felicidad, no de las personas en si.
Enamorarse de alguien que no tiene los mismos sueños:
En oportunidades los romances se
presentan pero las personas insisten en amar al otro a pesar de que no
son complementarios. Me explico, sí dos personas tienen un romance y la
relación se termina, pero una de las personas insiste en amar a la otra a
pesar de que el cariño no es recíproco, se genera una dificultad y un
sufrimiento para el que se enamora, dado que el otro es un imposible,
con el cual puede tener sexo, sí, pero nunca cariño real.
Aceptar la realidad es muy doloroso, y
es por eso que las personas permiten circunstancias que las maltratan y
que nunca las satisfarán.
Enamorarse de un artista o personaje imaginario:
La persona que se enamora de un
personaje público ya sea real o ficticio usualmente tiene dificultades
para relacionarse con los demás. Estos grados de enamoramiento pueden ir
desde el realista infantil hasta el obsesivo. La persona lee y busca
todo lo relacionado con ese artista o personaje soñando una vida
perfecta en un mundo mágico que se aleja de la realidad.
Muchos de estos enamoramientos son
temporales, pero en algunos casos la persona puede confundir la realidad
con la fantasía, y el sufrimiento se presenta como un reflejo de una
profunda soledad y de otros problemas íntimos.
La obsesión como actitud que dispara el sufrimiento:
Enamorarse de un imposible no sería
posible si la persona no imaginara ni soñara un final de cuento de
hadas. Cuando la persona fantasea constantemente con la persona amada,
comienza a generar una pregunta en su corazón: ¿Qué pasaria si fuera
mío?
La mente genera una fantasía de cuento
de hadas que se ve amenazada con la realidad. Es por eso que la mente
comienza a combatir esos miedos con pensamientos de “yo lo amo”, “¿por
qué no es mi pareja?”, “¿puedo hacer algo para que sea mío?” y golpearse
contra la realidad que le da mensajes de “es imposible”
“Pensar y pensar” en el asunto hace daño, la persona sufre por un invento que ella misma creo en su cabeza.
El duelo por un sueño:
Aceptar que ese deseo
es irreal y que nuestros deseos nunca se concretarán es el primer paso
para salir adelante. Si la persona no reacciona frente a la realidad
puede generar un problema de salud mental mayor. Quien se golpea contra
la realidad y se dice a sí mismo “yo no puedo continuar así” está dando
un paso hacia la curación.
Es necesario llorar y aceptar que ese
amor nunca fue, asumir el presente y continuar hacia el futuro. Es
normal deprimirse, pero también es necesario levantarse.
Responderse la pregunta del porque se
escogen imposibles nos ayudará a encontrar parejas reales que satisfagan
nuestras necesidades.
Las personas que constantemente están
buscando imposibles no están preparadas para una relación afectiva real a
pesar que la deseen. Así que la respuesta es preguntarnos ¿qué
queremos?, ¿cómo nos vemos en nuestra área afectiva en el futuro?, ¿qué
puedo hacer para conseguirlo o acercarme a lo que deseo?
Si no vemos la realidad, no veremos bien
el futuro. Si sientes que necesitas ayuda al respecto busca ayuda
profesional, los consejos de los amigos en oportunidades no son
suficientes para curar estas situaciones. Estamos para servirte si
necesitas ayuda.Fuente: www.portalfenicia.com
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